viernes, 16 de enero de 2009

siembra


/¡Escúchame! Yo aspiro a que vivamos
en las vibrantes voces de la mañana.
Yo quiero perdurar junto contigo
en la savia profunda de la humanidad:
en la risa del niño,
en la paz de los hombres.
en el amor sin lágrimas Por igual me dolían la bala y el herido.
Tu día levantaba sus blancas torres altas
lúcidas de esplendor, oh recio pueblo mío,
si tu noche invadíame con pirámides truncas.
as. Sólo soy la guitarra que canta con su pueblo.
Aliento de su barro mi voz suya.

MIGUEL OTERO SILVA.
VENEZUELA
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